jueves, 31 de marzo de 2016
Capítulo 6
Uno de los hermanos de los cachorros estuvo deambulando por el callejón porque nadie le recogió, solo, sin su madre o hermanos ni tampoco un sitio a dónde ir... Nunca había estado en ese sitio y no lo conocía. No encontró nada de comer y tenía frío. Se estaba haciendo muy tarde así que tenía que encontrar algún refugio o sitio donde pasar la noche. Tuvo que volver al sitio donde le abandonaron por primera vez porque no encontró ningún otro sitio, además no encontró agua para saciar su sed. Intentó acostarse para dormirse pero no podía porque no paraba de temblar. Poco después, en medio de la noche escuchó -podrían ser gatos peleándose o algo- Tenía frío y se encontraba solo bajo la luz de la Luna hasta que se dio por vencido y se quedó dormido.
Lobos, un auténtico lujo
La ignorancia ha provocado grandes desequilibrios en los ecosistemas
ibéricos, y además nos sale muy cara. Se ha construido en cauces de ríos
o en primera línea de playa, y todos los años vemos lo que pasa.
También se repoblaron amplísimas extensiones con pinos y eucaliptos o se
dejaron de pastorear enormes superficies que luego arden cada año. Otro
tanto pasó con los linces. Se les calificó de “alimañas” y se permitió
su caza; ahora cada lince que logramos reproducir nos cuesta cifras
astronómicas. Con el oso pasó igual, pero hoy ya nadie se atreve a cazar
uno, y si lo hace va a la cárcel. Sin embargo, se siguen cazando lobos.
Llegados a un nivel en la Administración ya no se puede hablar de
ignorancia. La pérdida de grandes carnívoros daña los ecosistemas; ellos
controlan jabalíes y corzos sin coste y con mucho criterio.
*Info: http://elpais.com/elpais/2016/03/18/opinion/1458315864_323462.html
Nuestro día a día
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Cuando escasea la comida, las aves ignoran los lamentos de las crías más débiles
El llanto de un bebé hambriento es uno de los sonidos más inquietantes
que puede soportar un ser humano. Nadie, y menos su padre o madre,
podría resistirse a atender esos lamentos. Sin embargo, las aves han
tenido que aprender a ignorar las súplicas de sus polluelos en función
de los intereses de la estirpe. Para un ave, sacar adelante a una cría
requiere un esfuerzo equivalente a disputar un Tour de Francia
para un humano. En ese escenario tan exigente y con recursos limitados,
lo más importante es criar al menos un pollo aunque eso implique dejar
morir de hambre a los más débiles.
+Info: http://elpais.com/elpais/2016/03/29/ciencia/1459246289_703515.html
Curiosidades
El “monstruo de Tully” halla su lugar en la evolución animal
El “monstruo de Tully” halla su lugar en la evolución animal.
miércoles, 16 de marzo de 2016
La diseñadora Diane von Fürstenberg clona a su perro
La modista y su multimillonario marido, Barry Diller, han pagado 90.000 euros a un especialista que ha creado dos cachorros.
Cada vez parece más obvio que las excentricidades de las estrellas no tienen límites. El último capricho se lo han dado la diseñadora de moda Diane von Fürstenberg y su multimillonario marido, Barry Diller: han clonado a su perra,Shannon, una jack russell terrier, en dos nuevos cachorros. Les ha costado 90.000 euros y el proceso ha corrido a cargo de una firma coreana que ha implantado el ADN del animal original en dos óvulos.
Fuente: ElPais
Estos gatos ganan más que tú
-Gracias a Internet algunos han protagonizado películas, grabado CDs y montado un imperio a su alrededor. Desde el Antiguo Egipto, nunca los gatos fueron tan importantes como ahora
En el año 2012 el laboratorio de ideas de Google, Google X, creóuna especie de cerebro artificial conectando 16.000 procesadores. Pretendían que emulara el funcionamiento de una mente humana y lo que hicieron fue darle millones de imágenes al azar sacadas de Internet para que después actuara por su cuenta. ¿Y qué se puso a hacer aquel prodigio de la ciencia? Buscar vídeos y fotos de gatitos.
Fuente: ElPais
miércoles, 2 de marzo de 2016
Noticias
Tu perro sabe cuándo estás feliz o triste
Un equipo de científicos ha descubierto que los canes pueden reconocer las emociones humanas
Capítulo #5 Un día normal
Un día normal en el veterinario para nosotros consistía en, tras escuchar que el veterinario había llegado a la clínica, ponernos en pie y empezar a ladrar de emoción con un aullido casi inaudible. El veterinario, como todas las mañanas, abría la puerta de la habitación y saludaba a todos los huéspedes de aquella clínica.
- Buenos días - decía con un tono alegre
Mi hermana y yo salíamos disparados al plato de comida cuando éste los rellenaba. De nuevo la maldita pastilla. ¿Pero es que no se dan cuenta que sabemos que han hechado medicamentos en nuestra comida? Pero eso siempre daba igual, el hambre que teníamos era mayor a cualquier preocupación en aquellos momentos.
Los enfermeros decían que mi hermanita estaba ya casi totalmente recuperada pero que temían por mí, porque aún seguían poniéndome esos tubos. No entiendo por qué se preocupan; ¡si yo me siento estupendamente! Pero sí que es verdad que a veces esos vómitos rojos me dolían... Pude escuchar que me lo más probable era que me tuvieran que operar, pero aquella familia tan solidaria que nos recogió no querían hacerse cargo del coste de mi operación... Ya mismo, en un par de horas, iban a recoger a mi hermanita, pero yo tenía fe en que a mí también, o al menos, al poco tiempo, para no tener que separarme de ella.
Mientras esperábamos a que llegaran, mi hermana y yo jugábamos detrás de una pelota azul, empecé a vomitar. ¡Otra vez no! ¡O si no me volvería a poner esos tubos! Rápidamente la enfermera me atendió y como era de extrañar, me volvió a conectar a esa máquina con tantos tubos. Yo la llamaba pulpo; porque tenía forma de pulpo.
- Buenos días - decía con un tono alegre
Mi hermana y yo salíamos disparados al plato de comida cuando éste los rellenaba. De nuevo la maldita pastilla. ¿Pero es que no se dan cuenta que sabemos que han hechado medicamentos en nuestra comida? Pero eso siempre daba igual, el hambre que teníamos era mayor a cualquier preocupación en aquellos momentos.
Los enfermeros decían que mi hermanita estaba ya casi totalmente recuperada pero que temían por mí, porque aún seguían poniéndome esos tubos. No entiendo por qué se preocupan; ¡si yo me siento estupendamente! Pero sí que es verdad que a veces esos vómitos rojos me dolían... Pude escuchar que me lo más probable era que me tuvieran que operar, pero aquella familia tan solidaria que nos recogió no querían hacerse cargo del coste de mi operación... Ya mismo, en un par de horas, iban a recoger a mi hermanita, pero yo tenía fe en que a mí también, o al menos, al poco tiempo, para no tener que separarme de ella.
Mientras esperábamos a que llegaran, mi hermana y yo jugábamos detrás de una pelota azul, empecé a vomitar. ¡Otra vez no! ¡O si no me volvería a poner esos tubos! Rápidamente la enfermera me atendió y como era de extrañar, me volvió a conectar a esa máquina con tantos tubos. Yo la llamaba pulpo; porque tenía forma de pulpo.
Noticias
Mahe, el perro que cuida de su dueño autista hasta en la cama del hospital
El vínculo entre el labrado y un niño de 9 años es tan fuerte que el centro permitió el acceso del animal a sus instalaciones.
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