lunes, 25 de abril de 2016


Los animales no son objetos.


Navidad, cumpleaños, o simplemente un día cualquiera... Muchos serán los que escojan regalar a sus hijos, nietos o amistades un cachorro, un gatito o cualquier otro animalito. Regalar vida puede ser algo muy hermoso, pero por desgracia muchas de estas mascotas acabarán abandonadas, en la calle, o en el mejor de los casos dados en adopción a alguno de los refugios, protectoras y asociaciones que ya se encuentran totalmente saturadas. Así que si estás pensando en regalar o recibir un animal, procura que sea adoptado antes que comprado: no solo es más económico, sino que estará ayudando, además de al animal que adopte, a todos los otros que permanezcan en el refugio. Los animales también tienen vida y los mismos derechos que una persona, ¿pagarías por regalarle una vida humana a un amigo? Pero aún antes de todo eso, piensa muy bien en todo lo que conlleva meter un animal en tu vida, todos los gastos y sacrificios, el tiempo y el espacio que requerirá… Y todo eso durante 10, 15, 20 años o quizá más. Sí, sin duda pocas cosas alegran más el corazón que la sonrisa de un niño cuando le regalan un animalito, pero recuerda siempre que estos “regalos” tienen su propio corazón; que sufren, padecen y se alegran como tú. La vida es preciosa e irrepetible. ¡Nunca la trates como a un juguete!

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