Fue brutalmente apaleado y maltratado hasta que no tuvo fuerzas ni para levantarse del suelo. Hablamos de Ayron. Por suerte Wilson Martins Coutinho apareció en su vida y a pesar de que el perro estaba gravemente herido, esperando sólo la hora de morir, Wilson le devolvió la vida.
La situación en la que se encontraba el perro era muy crítica, tenía graves heridas en su cuerpo y algunas zonas, como por ejemplo las patas, estaban llenas de gusanos. Había sido dejado abandonado a su suerte en una casa deshabitada de una zona de
Río de Janeiro (Brasil).
Después de hacer una primera valoración, Wilson y su equipo decidieron ponerse manos a la obra. Primeramente colocaron una cinta alrededor del hocico del perro para evitar que pudiera morder debido al fuerte dolor que padecía, lo cubrieron con una manta y con la propia camisa de Wilson ya que el animal tenía el cuerpo helado. Con mucho cuidado Wilson trasladó al animal hasta su coche.
Una vez en la casa de Wilson, la recuperación empezaba: Un poco de medicamento en las heridas de sus patas y una cápsula de Capstar, un pulguicida para perros. Aprovechando el momento se le empezó a dar algo de comida para que poco a poco fuera recuperando fuerzas. Ayron tiene una fuerza mental impresionante.
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